Un control hidráulico sirve fundamentalmente para iniciar, detener o cambiar la dirección del flujo en un circuito hidráulico. Si bien son utilizadas en diferentes industrias, el ámbito hidráulico es en donde se emplea mucho más, por eso es necesario conocerlos a mayor detalle.
Además, ayuda en la gestión de presiones en redes y acueductos mediante la modelación hidráulica en régimen permanente; en control de fluidos en acueductos gracias a la gravedad y una protección antiariete de impulsiones en altura con válvulas anticipadoras de ondas.
Estas válvulas son multifuncionales. Los pilotos reguladores pueden servir para que un mismo cuerpo se configure y de esta manera tenga diversas aplicaciones. Algunas de esas aplicaciones pueden ser como flotadoras de nivel, electroválvulas o reductoras de presión, etc.
Un control hidráulico opera de manera autónoma, aunque también puede utilizar energía del propio sistema para abrir, modularse y cerrarse.
Funcionan en acueductos, bombeos y redes de agua; así también son usados para mantener niveles en reservorios, cisternas y tanques elevados.
Los parámetros en los cuales trabajan son: caudal, presión nivel y las combinaciones que existan a partir de ellas.
Modelos de Control Hidráulico
Algunos modelos más utilizados son:
– Reductoras de presión: tiene como función principal reducir la presión aguas arriba a un valor fijo predeterminado y constante aguas abajo, sin importar las variaciones de presión y caudal aguas arriba.
– Sostenedoras de presión: mantienen la presión del fluido arriba al mínimo, sin importar los cambios que sufre el caudal aguas abajo.
– Reductoras – Sostenedoras
– Limitadoras de caudal o flujo: limita el caudal aguas abajo a un valor preestablecido, independientemente de los cambios de presión aguas arriba de la misma.
– Anticipadoras de ondas: es un dispositivo automático para el alivio de la presión, cuya apertura se produce cuando el sistema sufre una variación de presión en la línea, aperturando la válvula antes que se produzca una anomalía de ariete.
– Controladoras de nivel en cisternas: se hace mediante un sensor de nivel conectado en alguna forma, ya sea mecánica o electrónica con la operación de una bomba. Esto se da, como su nombre lo dice, en una cisterna.
– Controladoras de nivel en tanques elevados: Hace un trabajo similar al de las controladoras de nivel en cisternas, la única diferencia es que se usa en tanques elevados.
Existen dos tipos de controles hidráulicos: válvulas direccionales manuales y válvulas automáticas de control hidráulico.
Válvulas direccionales manuales
También conocidos como mandos hidráulicos, su característica principal es que su accionamiento es dirigido a través de una palanca, que puede ser de resorte o de enclavamiento. Pueden ser de tipo compacta, una o dos palancas, incluida una válvula de sobrepresión. Existen las siguientes clasificaciones: por elemento interno, Método de Accionamiento, Número de vías, tamaño, puertos, etc.
Su funcionamiento depende de una palanca, corredera o carrete que al ser movidas, inicia el proceso del sistema. Se puede conseguir un movimiento más suave y poder tener una dirección controlada o también un movimiento directo.Esto va a depender de la fuerza con la que se accione la palanca en el actuador.
Se usan principalmente para el manejo de actuadores, permitiendo el desplazamiento de cilindros o el giro de motores en ambos sentidos.
Válvulas automáticas de control hidráulicos
Tienen 3 características fundamentales:
Hacen uso de la energía del agua para realizar sus operaciones.
Son autónomos, no necesitan energía externa.
Controlan el caudal o presión.
Las válvulas hidráulicas usualmente tienen dos solenoides cerrados que controlan la entrada y salida de agua de la cámara de control.También debe de permitir una combinación de funciones en la válvula.
Este tipo de válvulas son capaces de leer señales procedentes de diferentes sensores y, según la función de control impuesta, deben de actuar inmediatamente sobre los solenoides para lograr las funciones que se requieren.
Las válvulas automáticas tienen diferentes tipos, los más comunes son:
Válvulas automáticas de control de caudal. Su función es controlar el suministro de agua en caso de roturas de conducción, de esta manera, se protege la bomba y se evita la pérdida de presión y fluido cuando funciona el sistema hidráulico. Este tipo de válvula se cierra de manera automática, pero para poder abrirse se necesita que sea de manera manual.
Válvulas de control de caudal o fluido en sistemas de riego. Fueron diseñadas para mantener un caudal constante en todos los sectores de la red y los sistemas para evitar ciertas variaciones en su presión.
Válvulas de alivio. Sirven para mantener la presión de la red superior y si se excede el valor de la presión predeterminada, este tipo de válvulas permite que se alimente una red inferior. Mantienen una presión constante de la red, al ser tipo bypass, sin importar el tamaño del sistema general.
Válvulas de alivio de sobrepresión. Sirven para aliviar golpes de ariete producidos en el ciclo de arranque de la bomba, funcionando como una derivación sobre una red.
Válvulas con flotador. Los depósitos de agua tienen niveles máximos y mínimos predeterminados, por eso, este tipo de válvulas se aseguran que no se excedan o estén muy por debajo de los niveles. Mientras el nivel de agua sea mayor, menor será la presión y cantidad de flujo, al contrario, si se pierde el nivel, la cantidad de flujo y presión de salida serán mayores para alcanzar los niveles óptimos.
